Cuando una persona recibe un tratamiento de Reiki, la energía trabaja en los pensamientos y sentimientos negativos que están bloqueando el flujo natural del Ki de la persona y los sana.Esto provoca que la energía negativa se separe y se desprenda.
Así el Reiki limpia, despeja, desatasca, desenmaraña y sana los pasajes de energía, permitiendo que el Ki sano fluya de forma natural, así los órgano y tejidos físicos pueden luego completar su proceso de sanación.
Los tratamientos de reiki ejercen un efecto muy notable y positivo sobre la mente, el cuerpo y las emociones de la persona. La energía Reiki se mueve a través del receptor equilibrando sus centros, y elevando su frecuencia vibratoria.
Dicha energía tiene su propia inteligencia y viaja hacia las partes donde el paciente más la necesita.
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